Las garzas han simbolizado la pureza, la transición y la conexión con el mundo espiritual en siglos de folclore japonés. Es un animal cargado de simbolismo que aterriza en Japón seguramente como herencia del bagaje cultural chino durante el siglo VI, época de la que nos queda algún vestigio de piezas de decoración pintadas con figuras de este animal.
El dije principal mide 6cm mientras que la cadena con el dije final miden 8cm más.
LA DONCELLA GARZA (leyenda japonesa)
Cuenta la leyenda que un joven se encuentra una garza herida, la rescata y la cuida hasta que el animal recupera la fuerza. Cuando por fin puede volver a levantar el vuelo, la garza se marcha.
Pasa el tiempo, el chico conoce a un hermosa joven, se enamoran y se casan. Ella resulta ser una tejedora experta (algo en común en las leyendas de este tipo), sus tapices son muy apreciados y gracias a sus ventas el matrimonio vive cómodamente. Ella sólo impone una condición a su marido: nunca puede observarla tejiendo.
Y como siempre ocurre en estos casos la curiosidad es más fuerte y el hombre un día espía a su esposa en el cuarto de labor. En su lugar ve una garza tejiendo con la ayuda de sus plumas. La garza de pronto se transforma en la que el creia que era su esposa humana y la armonía del matrimonio se ve rota para siempre.
La mujer se despide de él, que no ha podido mantener su promesa y vuelve a surcar el cielo con sus hermanas garzas.